Capítulo 17 Maratón 1/3
Respirando hondo, entre dentro de la clase.
Se me hacía tan raro estar en sitios. Sabiendo qué ella no estaba. Me senté en
mi sitio, al lado de Selena. Han pasado dos semanas de su muerte. Mierda…
Selena acarició mi brazo dulcemente. Pero estaba rara.
-¿Te pasa algo?
-No, a mí no. –Ella aparto su vista, hacia
el cuaderno.
-Dime, por favor.
Ella me miro.
-Me llamaron, una chica…me pidió tu número.
-¿Se lo diste?
-Obvio, Justin. Me amenazo con matarme.
-¿Te dijo quién era?
-No, pero parecía tan irritada.
-¿Qué día te llamo?
-Cuando murió ________.
Me quede pensando por un rato.
-No puede ser…ella te llamo.
-¿Ella?
-_______, fue ella.
-¿Cómo lo sabes?
-Ella quería qué yo supiese qué murió, no
tenía mi número, pero si el tuyo.
-Lo siento, Justin.
-No, no pasa nada. Ella es pasado.
-No te engañes. –Ella tomo mi mano entre
las suyas, entrelazándolas- La extrañas, la necesitas.
-No, Selena.
-¿Entonces? Explícame por qué lloras todas
las noches por ella.
Mire a otro lado, odio qué ella siempre
tenga razón.
-Estoy en lo cierto, la extrañas. –Se dio
ella misma por respuesta.
Debo olvidarla, debo perder a ________ de
mi mente. Aunque su muerte fuese mi causa. Debo huir de los recuerdos junto a
ella.
▪Recuerdos
-Muñeca, eres toda una
fiera.-Le susurro.
-Las fieras matamos-Me
miro desafiante.
…
-¿Qué haces desubicado? ¿No ves qué hay gente?
-¿Y?-Le doy un corto beso
-¿Cómo qué ‘y’? ¡Somos hermanastros! ¿Qué pensaran?
-Ni lo sé, ni me importa.
-Pero a mí sí. Además, no quiero besos tuyos.
-Qué no dice-Le acaricie la mejilla..
-¿Te puedes alejar de mí?
-No, ya empezamos el juego. Esto no se acaba hasta
qué te lleve a la cama.
-Qué obsesión con el sexo, por favor. ¡Ándate con
la rubia esa! Te doy permiso para qué metas a esa zorra en casa.
-¿Celosa?-Elevo una ceja divertido.
-Pero, ¿estás tonto? A ver, primero no me gusta este
juego. Segundo, no me gustas. Tercero, te odio.
-Oh, muñeca.-Le beso otra vez-No sé por qué te
resistes.
-Te la vas a cargar.
-¿Cómo? ¿Eh?
-Un día de estos te dejaré con tal calentón qué la
paja qué te harás te gastara a tu amigo.
-Estás muy loca-Colocó mis manos alrededor de su
cadera.-Ahora, haz alguna locura. Como esta mañana.-Me acercó a su oído y
muerdo el ovulo.
-Imbécil.
-Te recuerdo qué estamos en un juego.
-¿Cuánto va a durar?
-Todo este mes-Dije sonriendo pícaro.
-Dios-Dijo con pesadez-¿Por qué? No quiero jugar.
-Parecemos unos novios discutiendo.
-¡No, no, no! Ahora prefiero el juego.
-Pues entonces cuando lleguemos a casa tendrás
juego duro-Hice comillas. Le miraba travieso.
Me acerque a ella y deje un beso en sus labios.
…
-Hey, muñeca.
-Oh, ¿las llamas a todas así?-Dijo sin
apartar la vista del techo.
-¿Estás celosa?-Dije sentándome en su
cama.
-Justin, vete a la mierda.
▪
Fuesen
malos o buenos, eran momentos junto a ella.
▪
-¿Qué
quieres, estúpido?-Se soltó de mi agarre.
-¿Estás
con Chris?
-¡No!
-Ah.
-¿Por
qué preguntas?
-Sí
estuvieras con él, no podría hacer esto.
Entonces la tome
por la cintura y la sujete con firmeza. La bese mientras ella forcejeaba por
soltarse. Hasta qué sus fuerzas se agotaron. Puso sus manos en mis hombros y
siguió el beso. Nos seguimos besando mientras caminaba hasta la cama. Siempre
qué ella entra en este cuarto terminamos igual. Se tumba en ella, y quedo
encima de ella. Seguí besándole, hasta
qué ella se aparto.
-Justin, ¿no te
dije qué me dejases en paz?
-Lo siento, nena.
No podía aguantar.
Volví a juntar
nuestros labios. Después subí su camisa y le bese el vientre. Causando su risa,
sonreí.
-Justin, para. ¡Me
haces cosquillas, para, por favor!
Paro de besar su
barriga y la miro divertido. Ella me sonríe. Me senté en la cama, ella me miro
con el ceño fruncido. Ella se levanto con intención de irse, pero agarre se
brazo y tire de ella hacía mí. La senté a ahorcajas encima de mí. Moví mis
cejas sucesivamente arriba y abajo.
-¿A dónde crees qué
ibas, gatita?
-¿Gatita? Pero, ¿no
era muñeca o nena?
-Puedes ser todo lo
que quieras mientras hagamos cositas.
-Quiero ser una
hoja.
-¿Por qué?
-Las hojas no
tienen vida, están inmóviles. No creo qué te tires a una hoja.-se elevo de
hombros.
-Depende de qué
hoja sea. Sí eres tú, sí.-Sonreí pícaro.
-¿Me puedo ir ya?
-Pero mañana a
primera hora quiero hacer cositas, ¿vale?
-¿Y me dejas irme
ahora?
-Claro.
-Vale, adiós-No la
deje levantar posicionando mis manos en su espalda.
-Quiero un beso.
-¡Joder!
-Un beso-Me dio un
beso virgen-Pero más largo.
-Sí, y con lengua
también.
-No estaría mal, si
no, no te dejo marchar.
-Eres odioso.
-Yo pararé el beso.
-¡Entonces me
quedaré aquí toda la noche!-Reproche
-Bésame y tal vez
te deje ir antes.-Gruño y se acerco a mí.
…
-¿Ellos te dan lo qué yo te doy?
-No, ellos no me dan asco.
-Tú si qué eres bipolar.-La suelto y me alejo. Me estoy
cabreando.- Un día me odias, al siguiente soy un pañuelo donde soltar lágrimas,
al otro me tratas como un amigo, más tarde como un estúpido, de nuevo me odias
y para terminar me tratas como un puto juguete. ¿Y sabes qué más? Qué con eso
me quedo corto. Porque además no me dejas follar con quien me dé la gana, es
como si me quisieras pero no me lo dices. Eres rara. ¿Sabes qué más? Ahora
vete, huye, fuma, bebe. Has lo qué te salga del puto culo. Como si coges un
vuelo a Mongolia y te pierdes allí un rato. Este maldito juego me harta, porque
no consigo nada. Se acabo.
…
‘Hey, te vas a poner enferma. Cámbiate.’
‘¿Quién eres desconocido gilipollas?’
‘Chuk Norris.’
‘Y yo soy Dora la exploradora, no te jode’
…
-Justin,
prométeme qué siempre, sobre todas las cosas, vas a estar a mi lado.-No sé, pero
necesito qué este a mi lado.
…
-Te
quiero, Justin.
-Y
yo, princesa.
▪
Los recuerdos no paraban de pasar por mi mente.
Santa mierda, la necesito. Selena tiene razón. Pero __________ murió.
-¿Estás bien, Justin?
-No…necesito olvidar a _____________.
Realmente lo necesitaba.
[…]
Por fin salíamos de esa cosa llamada instituto, o
como bien diría ____________, el putituto. Reí ante eso. Ella podía ser tan
tierna a veces. Me dirigí a mi moto, pero, antes de subir, las diminutas manos
de Selena me pararon.
-¿Vamos a comer a algún sitito?
-Estaría muy bien. –Nos sonreímos.
Subí primero a la moto, y después ella. Arranque.
Conduje hasta la primera cafetería qué me quedase cerca. Aparque y nos bajamos.
Entramos y fuimos al mostrador. Todo ello silencio.
-Hola, buenas tardes. ¿Qué desean?
-Yo un batido de fresa. –Dijo Selena.
-Un frapuccino.
-Vale, serán cuatro dólares con treinta centavos.
-Okey. –Saque el dinero.
-Ahora selo llevamos a la mesa.
Después de haber pagado nos sentamos en una mesa.
-Justin. –Ella me llamo.
-Dime.
-Cuéntame sobre _________.
-¿Por qué?
-Quiero saber qué te enamoro de ella. –Miro a sus
manos.
-Bueno…todo me enamoró. Su forma de ser, su
sonrisa, sus ojos. Era perfecta para mí. Tenía su actitud ruda, pero la
cariñosa. No le gustaba el perdón. No lloraba mucho. –Hice
una mueca– Pero era única. –Complete
con una sonrisa.
-¿Era una buena chica?
-No mucho. Siempre me quitaba la moto y se iba.
Después bebía, fumaba, tenía peleas. –Note
mis ojos arder. Quiero llorar.
-¿Y aun así la querías? –Pregunto
sorprendida.
-Sí, era un pack completo. –Sonreí–
Fue, es y será lo mejor qué me paso en la vida.
-¿Solo ella? –Me
miro directa a los ojos.
-¿A qué viene tanta pregunta?
-No es nada, solo quería saber. –Ella
miro a otro lado.
Abrí la boca para responderle, pero llego la
camarera con nuestro pedido. Le sonreí y tome de mi bebida. ¿Por qué está así
Selena? Ella bebió de su batido. Me quede mirándola. Su vista subió hasta a mí
lentamente y trago saliva.
-Lo siento. –Susurro.
-¿Qué?
-Que lo siento. –Dijo
más alto–
Me pase con las preguntas.
-No pasa nada, Sel. Tú solo querías saber.
-No era solo eso…
-No entiendo.
-Qué yo…
Se quedo callada y yo con ganas de qué siguiese
hablando.
----------------------------------------------------------------------------------------
Amoreeeeees, ¿qué tal? Espero que genial. No como yo que estoy en plan depre. PERO BUEEEEEENO. Cosas mías.
¿SABEEEEN QUÉ? Maratóóóóóóóón. Oh sí.
¿Por qué? Porque es el cumpleaños de mi ídolo. NUESTRO ÍDOLO. NUESTRO CANADIENSE.
¿Por qué tuvo que crecer?
EEEEEEEEEN FIN. Les dejo el maratón.
Un beso, leeeeeeees quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Has leído esto? ¿Vas a comentar? ¡Muchas gracias, cielo!