1 de marzo de 2013

Juntos...¿por siempre? [17]


Capítulo 17 Maratón 1/3


Respirando hondo, entre dentro de la clase. Se me hacía tan raro estar en sitios. Sabiendo qué ella no estaba. Me senté en mi sitio, al lado de Selena. Han pasado dos semanas de su muerte. Mierda… Selena acarició mi brazo dulcemente. Pero estaba rara.

-¿Te pasa algo?
-No, a mí no. –Ella aparto su vista, hacia el cuaderno.
-Dime, por favor.

Ella me miro.

-Me llamaron, una chica…me pidió tu número.
-¿Se lo diste?
-Obvio, Justin. Me amenazo con matarme.
-¿Te dijo quién era?
-No, pero parecía tan irritada.
-¿Qué día te llamo?
-Cuando murió ________.

Me quede pensando por un rato.

-No puede ser…ella te llamo.
-¿Ella?
-_______, fue ella.
-¿Cómo lo sabes?
-Ella quería qué yo supiese qué murió, no tenía mi número, pero si el tuyo.
-Lo siento, Justin.
-No, no pasa nada. Ella es pasado.
-No te engañes. –Ella tomo mi mano entre las suyas, entrelazándolas- La extrañas, la necesitas.
-No, Selena.
-¿Entonces? Explícame por qué lloras todas las noches por ella.

Mire a otro lado, odio qué ella siempre tenga razón.

-Estoy en lo cierto, la extrañas. –Se dio ella misma por respuesta.

Debo olvidarla, debo perder a ________ de mi mente. Aunque su muerte fuese mi causa. Debo huir de los recuerdos junto a ella.

▪Recuerdos

-Muñeca, eres toda una fiera.-Le susurro.
-Las fieras matamos-Me miro desafiante.
-¿Qué haces desubicado? ¿No ves qué hay gente?
-¿Y?-Le doy un corto beso
-¿Cómo qué ‘y’? ¡Somos hermanastros! ¿Qué pensaran?
-Ni lo sé, ni me importa.
-Pero a mí sí. Además, no quiero besos tuyos.
-Qué no dice-Le acaricie la mejilla..
-¿Te puedes alejar de mí?
-No, ya empezamos el juego. Esto no se acaba hasta qué te lleve a la cama.
-Qué obsesión con el sexo, por favor. ¡Ándate con la rubia esa! Te doy permiso para qué metas a esa zorra en casa.
-¿Celosa?-Elevo una ceja divertido.
-Pero, ¿estás tonto? A ver, primero no me gusta este juego. Segundo, no me gustas. Tercero, te odio.
-Oh, muñeca.-Le beso otra vez-No sé por qué te resistes.
-Te la vas a cargar.
-¿Cómo? ¿Eh?
-Un día de estos te dejaré con tal calentón qué la paja qué te harás te gastara a tu amigo.
-Estás muy loca-Colocó mis manos alrededor de su cadera.-Ahora, haz alguna locura. Como esta mañana.-Me acercó a su oído y muerdo el ovulo.
-Imbécil.
-Te recuerdo qué estamos en un juego.
-¿Cuánto va a durar?
-Todo este mes-Dije sonriendo pícaro.
-Dios-Dijo con pesadez-¿Por qué? No quiero jugar.
-Parecemos unos novios discutiendo.
-¡No, no, no! Ahora prefiero el juego.
-Pues entonces cuando lleguemos a casa tendrás juego duro-Hice comillas. Le miraba travieso.

Me acerque a ella y deje un beso en sus labios.
-Hey, muñeca.
-Oh, ¿las llamas a todas así?-Dijo sin apartar la vista del techo.
-¿Estás celosa?-Dije sentándome en su cama.
-Justin, vete a la mierda.

Fuesen malos o buenos, eran momentos junto a ella.

-¿Qué quieres, estúpido?-Se soltó de mi agarre.
-¿Estás con Chris?
-¡No!
-Ah.
-¿Por qué preguntas?
-Sí estuvieras con él, no podría hacer esto.

Entonces la tome por la cintura y la sujete con firmeza. La bese mientras ella forcejeaba por soltarse. Hasta qué sus fuerzas se agotaron. Puso sus manos en mis hombros y siguió el beso. Nos seguimos besando mientras caminaba hasta la cama. Siempre qué ella entra en este cuarto terminamos igual. Se tumba en ella, y quedo encima de ella.  Seguí besándole, hasta qué ella se aparto.

-Justin, ¿no te dije qué me dejases en paz?
-Lo siento, nena. No podía aguantar.

Volví a juntar nuestros labios. Después subí su camisa y le bese el vientre. Causando su risa, sonreí.

-Justin, para. ¡Me haces cosquillas, para, por favor!

Paro de besar su barriga y la miro divertido. Ella me sonríe. Me senté en la cama, ella me miro con el ceño fruncido. Ella se levanto con intención de irse, pero agarre se brazo y tire de ella hacía mí. La senté a ahorcajas encima de mí. Moví mis cejas sucesivamente arriba y abajo.

-¿A dónde crees qué ibas, gatita?
-¿Gatita? Pero, ¿no era muñeca o nena?
-Puedes ser todo lo que quieras mientras hagamos cositas.
-Quiero ser una hoja.
-¿Por qué?
-Las hojas no tienen vida, están inmóviles. No creo qué te tires a una hoja.-se elevo de hombros.
-Depende de qué hoja sea. Sí eres tú, sí.-Sonreí pícaro.
-¿Me puedo ir ya?
-Pero mañana a primera hora quiero hacer cositas, ¿vale?
-¿Y me dejas irme ahora?
-Claro.
-Vale, adiós-No la deje levantar posicionando mis manos en su espalda.
-Quiero un beso.
-¡Joder!
-Un beso-Me dio un beso virgen-Pero más largo.
-Sí, y con lengua también.
-No estaría mal, si no, no te dejo marchar.
-Eres odioso.
-Yo pararé el beso.
-¡Entonces me quedaré aquí toda la noche!-Reproche
-Bésame y tal vez te deje ir antes.-Gruño y se acerco a mí.
-¿Ellos te dan lo qué yo te doy?
-No, ellos no me dan asco.
-Tú si qué eres bipolar.-La suelto y me alejo. Me estoy cabreando.- Un día me odias, al siguiente soy un pañuelo donde soltar lágrimas, al otro me tratas como un amigo, más tarde como un estúpido, de nuevo me odias y para terminar me tratas como un puto juguete. ¿Y sabes qué más? Qué con eso me quedo corto. Porque además no me dejas follar con quien me dé la gana, es como si me quisieras pero no me lo dices. Eres rara. ¿Sabes qué más? Ahora vete, huye, fuma, bebe. Has lo qué te salga del puto culo. Como si coges un vuelo a Mongolia y te pierdes allí un rato. Este maldito juego me harta, porque no consigo nada. Se acabo.
‘Hey, te vas a poner enferma. Cámbiate.’
‘¿Quién eres desconocido gilipollas?’
‘Chuk Norris.’
‘Y yo soy Dora la exploradora, no te jode’
-Justin, prométeme qué siempre, sobre todas las cosas, vas a estar a mi lado.-No sé, pero necesito qué este a mi lado.
-Te quiero, Justin.
-Y yo, princesa.

Los recuerdos no paraban de pasar por mi mente. Santa mierda, la necesito. Selena tiene razón. Pero __________ murió.

-¿Estás bien, Justin?
-No…necesito olvidar a _____________.

Realmente lo necesitaba.

[…]

Por fin salíamos de esa cosa llamada instituto, o como bien diría ____________, el putituto. Reí ante eso. Ella podía ser tan tierna a veces. Me dirigí a mi moto, pero, antes de subir, las diminutas manos de Selena me pararon.

-¿Vamos a comer a algún sitito?
-Estaría muy bien. –Nos sonreímos.

Subí primero a la moto, y después ella. Arranque. Conduje hasta la primera cafetería qué me quedase cerca. Aparque y nos bajamos. Entramos y fuimos al mostrador. Todo ello silencio.

-Hola, buenas tardes. ¿Qué desean?
-Yo un batido de fresa. –Dijo Selena.
-Un frapuccino.
-Vale, serán cuatro dólares con treinta centavos.
-Okey. –Saque el dinero.
-Ahora selo llevamos a la mesa.

Después de haber pagado nos sentamos en una mesa.

-Justin. –Ella me llamo.
-Dime.
-Cuéntame sobre _________.
-¿Por qué?
-Quiero saber qué te enamoro de ella. –Miro a sus manos.
-Bueno…todo me enamoró. Su forma de ser, su sonrisa, sus ojos. Era perfecta para mí. Tenía su actitud ruda, pero la cariñosa. No le gustaba el perdón. No lloraba mucho. Hice una mueca Pero era única. Complete con una sonrisa.
-¿Era una buena chica?
-No mucho. Siempre me quitaba la moto y se iba. Después bebía, fumaba, tenía peleas. Note mis ojos arder. Quiero llorar.
-¿Y aun así la querías? Pregunto sorprendida.
-Sí, era un pack completo. Sonreí Fue, es y será lo mejor qué me paso en la vida.
-¿Solo ella? Me miro directa a los ojos.
-¿A qué viene tanta pregunta?
-No es nada, solo quería saber. Ella miro a otro lado.

Abrí la boca para responderle, pero llego la camarera con nuestro pedido. Le sonreí y tome de mi bebida. ¿Por qué está así Selena? Ella bebió de su batido. Me quede mirándola. Su vista subió hasta a mí lentamente y trago saliva.

-Lo siento. Susurro.
-¿Qué?
-Que lo siento. Dijo más alto Me pase con las preguntas.
-No pasa nada, Sel. Tú solo querías saber.
-No era solo eso…
-No entiendo.
-Qué yo…

Se quedo callada y yo con ganas de qué siguiese hablando.

----------------------------------------------------------------------------------------
Amoreeeeees, ¿qué tal? Espero que genial. No como yo que estoy en plan depre. PERO BUEEEEEENO. Cosas mías.

¿SABEEEEN QUÉ? Maratóóóóóóóón. Oh sí.
¿Por qué? Porque es el cumpleaños de mi ídolo. NUESTRO ÍDOLO. NUESTRO CANADIENSE.
¿Por qué tuvo que crecer? 

EEEEEEEEEN FIN. Les dejo el maratón.
Un beso, leeeeeeees quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Has leído esto? ¿Vas a comentar? ¡Muchas gracias, cielo!