19 de julio de 2013

Derriba el muro {06} Maratón 2/3

Mañana siguiente; miércoles 19 septiembre dos mil doce.

Justin abrió los ojos lentamente. Hoy se levantaba porque quería, no por obligación. Increíble. Se dio cuenta de que la de ojos esmeraldas estaba abrazada a él.  Se la quedo mirando por unos minutos. Se veía muy sexy durmiendo. Y, sí, lo pensaba en serio. Ella abrió los ojos de repente, encontrando la mirada de Justin clavada en ella. Después inspecciono la posición en la que estaban. Aparto rápidamente su brazo y se levanto. Ella cogió su ropa y se metió al baño. Mientras, Justin, estaba aun acostado. Intentando asimilar como había amanecido.

Brenda, qué se encuentra en el baño, se abrocha la blusa y se coloca la falda. Después los calcetines, zapatos y se peina. Se recoge el pelo en una coleta alta, un tanto descolocada. Se mira al espejo y suspira. Sale del baño.

-Buenos días, nena.
-Qué no me llames así.
-¿Prefieres qué te llame perra?
-No. No quiero qué me llames nada. No somos amigos. ¿Entiendes?
-Vale, vale, señorita ‘se hace lo qué yo diga’ –Hizo comillas.

Brenda le rodo los ojos.

-¿Vamos juntos al comedor?
-¿Estás loco? –Pregunto incrédula Brenda.
-No, digo en serio.
-¡Eso sería una locura! –Ella se queda callada un momento- Mierda.
-¿Te distes cuenta, cierto? El trato trae locuras. –Sonrío.
-¡Te odio!
-Da igual, nena, nos vamos.
-Sí te vistes. –Dijo ella mirando a otro lado.
-Mhm. –Dijo apartando los pantalones de su cuerpo. Brenda abrió muchos los ojos, después se los tapo y se dio vuelta- ¿Por qué te das la vuelta? ¿Nunca viste desnudarse a un chico?
-¡Vístete y calla! –Le pidió ella.

Justin se coloco el uniforme lentamente. Adrede. Cuando termino se acerco en silencio a tu nombre. Le susurro un simple “Nena”. Ella reacciono quitándose las manos de los ojos. Un escalofrío la recorrió. Cogió su mochila y abrió la puerta. Empezó a caminar por el pasillo, Justin iba a su lado y las miradas de todos lo qué pasaban por allí, los acompañaban. Murmullo, tras murmullo.

-Te odio… -Dijo entre dientes.
-¿Qué? –Paro él, haciendo qué ella parase también.
-Te odio. –Repitió colocándose enfrente de él.
-¿Crees qué eso me importa? –Cuestiono acercando su cara a la de Brenda.
-Obvio qué no, pero te lo recuerdo. –Dijo la de ojos esmeraldas.
-Mhm, no creí qué me olvidaría, pero gracias. –Le sonrío burlón.
-Eres un idiota.
-Y tú eres demasiado sexy cuando estas enfadada.
-¿Quién dijo qué estoy enfadada?
-Yo. –Se acerco más.
-No, Bieber, aparta.
-¿Ya me volviste a decir así? Me gustaba más Justin.
-Qué pena. –Se elevo de hombros y rodo los ojos.

Brenda miro sus brazos, ahora sin tapar. «Mierda» Piensa. Se había olvidado de la chaqueta. En seguida tapa sus brazos.

-¿Podemos pasar por mi cuarto? –Pregunta ella.
-Sí, supongo.

Caminan, más bien, ella, corre. Va a abrir la puerta cuando Justin la agarra del brazo. Ella muerde su labio, cierra los ojos con fuerza y se suelta. “Joder…” Susurra.

-¿Qué dices?
-No, nada.

Entra en la habitación, coge su chaqueta, se la pone rápidamente y sale. Justin la mira.

-Te veías mejor sin ella. –Opina.
-Pues genial.

Siguieron caminando. En silencio. El tono del móvil de Justin hizo qué los dos parasen. Él saco el móvil y contesto.

-¿Sí? –Pregunto.
-Tenemos problemas, man.
-Oh, eres tú David. ¿De qué tipo?
-Max mando una carta al almacén.
-¿Qué tipo de carta?
-Justin. –Hubo un silencio- Él te está buscando. Va a matarte.
-¿Qué?
-Man, creo qué es por lo qué le hiciste a Knigth.
-Joder. –Apretó el teléfono y formo un puño con su otra mano- Yo solo hice lo qué debía hacer. Ese hijo de puta se paso al tocar a Carly.
-Lo sé Justin, todos lo sabemos. Pero entiende qué Carls ahora se encuentra bien, está a salvo.
-¿Y qué? –Pregunto frustrado- ¿Creíste qué iba a esperar a qué ese cabrón la volviese a tocar? ¡No, David!
-¡Nadie iba a dejar qué pasase eso Justin! Ella está metida en esta mierda y sabe sus consecuencias.
-Ese cabrón también lo estaba y sabía qué si se metía con alguien qué tuviese qué ver conmigo, se quedaba sin huevos.
-¿Estas solo?
-No.
-Pues mejor qué te calmes, no vaya a ser qué le pegues a quien está contigo.
-Es una chica, bro.
-¿Y qué? No tienes piedad. –Justin río sin humor. Las palabras de anoche qué Brenda le había dicho le habían vuelto a la cabeza. “Por favor, no me pegues”
-Después intento pasarme por ahí.
-Está bien, adiós.
-Adiós, man. –Corto la línea.

Brenda lo miraba atento. Su cara estaba roja, por la ira. Pero ella no entendía por qué. Solo sabía qué estaba muerta de miedo. ¿Y sí Justin le pegaba? Él se acerco a ella. Brenda miro al suelo y empezó a caminar. Sus pasos eran coordinados. Antes de entrar al comedor, Justin se paro.

-¿No entras? –Pregunto Brenda mirándolo con el ceño fruncido.
-No, entra sin mí.
-Te vas a escapar, ¿cierto?
-Ya te dije qué no te incumbe lo qué yo haga, perra.
-Volvemos a las mismas. –Susurro para ella. Intentado qué él no la escuchase.
-¿Qué dijiste? –Pregunto furioso acercándose a ella.
-Yo dije qué volvimos a las mismas. –Dio pasos hacia atrás según Justin se le acercaba.
-¿Las mismas? ¿No te gusta como soy? –Brenda choco contra una pared. Arqueo la espalda. Aun le dolía de la vez qué se dio fuertemente con la mesa.
-Déjame. –Le pidió cuando él coloco sus manos apoyadas en la pared, acorralándola.
-Contesta mis preguntas.
-Solo digo qué cambias mucho. En un momento te enfadas, en otro estas hecho un pervertido, al siguiente eres majo. ¡No te entiendo!
-¡Tú también eres confusa!
-¿Yo?
-Sí, tú. Qué me temes a veces y otras me encaras.
-Será qué te estoy perdiendo el miedo.
-¿Tú crees? –Se acerco más a ella, casi pegando sus cuerpos. Ella mordió su labio.
-Sí, yo creo.
-Estas hecha toda una chica valiente.
-Oh, genial. –Dijo con sarcasmo- Ahora, si me permites, quiero desayunar. –Se agacho con la intención de salir de entre los brazos de Justin.

Él la agarro del brazo. Ella gruño dolorida, por la fuerte presión qué él estaba ejerciendo en su agarre. Ella se viro hacia él.

-Suéltame.
-¿Por qué? ¿Ahora me temes?
-¡No, ya no!

Con su otra mano libre le propino un puñetazo en la barriga. Él, enseguida, la soltó. La miro con odio, furia, ira.

-¿Qué hiciste? –Ella lo miro a los ojos. El color dorado de sus ojos oscureció- Te pregunte algo, perra.
-Yo no quería pegarte… -Dijo mirando al suelo.
-Cuando te hablo mírame a los ojos. –Ella negó con la cabeza. Justin sonrío irónicamente- ¡He dicho qué me mires! –Levanto por la barbilla la cara de Brenda bruscamente. Los ojos de ella comenzaron a llenarse de terror. Además de estar cristalizados.

El corazón de Justin dio un vuelco de ciento ochenta grados. Su irá se calmo. Por primera vez. Parecía qué ella lo controlaba. Pero no, esto no puede ser.

-Debo irme. –Dijo él dándose la vuelta.
-Está bien. –Ella trago saliva.

Justin corrió hacía la entrada del centro. Con suerte, ahora, los profesores y vigilantes estarían desayunando. Él solo abrió la puerta y salió. Camino hasta su coche, el cual estaba aparcado por fuera del internado. Se subió a él. Puso la llave en el contacto e hizo rugir el motor. Condujo rápidamente. Necesitaba llegar. Unos disparos chocaron contra su coche. “Mierda” Susurro. Apretó más aun el acelerador. Saco su pistola como pudo, después su brazo fue sacado al exterior por la ventana y disparo múltiples veces.

Brenda termino de desayunar junto a Abby. Se levantaron las dos y caminaron a la clase qué le tocaba a primera.

-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Sí, dime.
-¿Eres amiga de Justin?
-Yo no, ¿por qué?
-Se rumorea qué anoche follasteis.
-¡Qué directa! –Exagero- No, tía, qué asco.
-Espero qué no me estés mintiendo.
-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo si, en un caso, Justin y yo fuésemos amigos?
-Brenda, ten cuidado con él. Parece simpático, parece un simple payaso. Pero es una tapadera, él en realidad, según he oído, es un criminal.
-¿Qué? –Carcajeo- ¿Qué tomaste?
-Es enserio Brenda. Él está en una banda.
-¿Con Ryan y Chaz?
-Eso ya no lo sé, pero si el nombre.
-Dime, qué pensó tu imaginación. –Dijo bromeando. Abby la miro mal.
-Dangerous.
-Pues vale. –Le contesto vagamente.

Entraron a clase y cada uno se sentó en el lugar qué le correspondía. El profesor llego después de quince minutos. Es decir, qué llego tarde. Se sentó y paso lista.

-¿Justin Drew Bieber? –Pregunto. Nadie contesto. Era increíble. Sí Justin estuviese le hubiese dicho qué lo llamara solo Justin Bieber- Ya se volvió a fugar. –Afirmo el profesor. Después miro a un chico- Dennis, sube a arriba y dile al director qué Justin Bieber desapareció.
-Vale, profesor.

Dennis se levanto y se perdió en la puerta. Brenda sintió unos ojos clavados en ella, se dio vuelta y observo como Jazmin parecía perforarla con su mirada. Le sonrío burlona y se volvió para adelante.

-Bien, chicos. –Hablo el profesor. Seguidamente comenzó con la lección qué tocaba en el momento.

[…]

-Ah, es agotador. –Dijo Abby mientras se sentaba. Coloco su comida sobre la mesa.
-Lo sé, pero esto es lo qué nos toca durante nueve meses.
-Bren, no tienes ni idea. Llevo aquí tres años.
-Wow, yo llevo solo días. –Sonrío inocentemente.
-¿Por cuánto te quedarás?
-Umh, em… ¿la verdad? Mi mamá no me conto hasta cuándo.
-Oh. –Ella empezó a comer, al igual que su amiga- Cuéntame sobre tu vida. Porque somos amigas y no sabemos nada de nosotras. –Carcajeo.
-Cierto. –La siguió con su risa- Bueno, yo vivía en Nueva York hace mucho tiempo, cuando tenía los diez años. Después mi padre consiguió trabajo y tenía qué viajar mucho. Así qué, mi mamá y yo, nos vinimos a Canadá. Más tarde yo estuve en muchos institutos. –Ella suspiro- La gente no me trataba bien. Y después llegue aquí y te encontré. –Rieron.
-Pues yo llevo toda mi vida viviendo acá, en Canadá. Mis padres tienen una cadena de restaurantes y…tengo un hermano. Esta en dos cursos más qué nosotras.
-Uh, ¿cómo se llama?
-Marcos.
-¿Me lo presentarás algún día?
-Brenda, está claro qué sí. –Le sonrío.

Brenda se quedo pensando. ¿Desde cuándo le interesan así los chicos?

+++

Justin gruño por la frustración.

-Debes de llevar siempre encima tu arma, bro.
-Lo sé, lo sé. –Dijo Justin caminando de un lado a otro.
-Y ahora, me dices con quién estabas cuando te llame. –Pidió David.
-Una chica nueva qué llego al internado. Brenda Anne Maslow.
-¿Quién?
-Breda An… -Lo interrumpió.
-Oh Dios míos, Justin.
-¿Qué pasa?
-Es la hija de Max.
-¿Qué? –Se quedo pensando- Mierda, es cierto. ¿Crees qué ella sabe sobre su padre?
-No, él nunca está con ella y su madre.
-Dios mío. ¿Sabes qué significa eso?
-Él, quizá, te vigila a través de Brenda.
-No puede ser.
-Aléjate de esa chica.
-Sí claro, y perder la apuesta… -No acabo, se quedo callado.
-¿Qué mierdas hablas, Bieber?
-Agh, hice una apuesta con Ryan y, en fin, quien la bese antes gana. Quien no, se paseará en paños menores por el internado.
-Solo tú aceptas eso. –Carcajeo.
-Lo sé, porque yo soy… -David lo interrumpió.
-Justin Bieber y nadie puede conmigo. –Termino la frase en forma de burla.

-No te pases, man. –Advirtió el rubio con una pequeña risa.

1 comentario:

  1. AAAAAAAAAARGGGGG MORÍ*--------------------*
    Quiero más!!!
    COMO ME PUEDES DEJAR ASI o.O
    Es tan asdfhhjkjhgfdsa...
    Me ENCANTO este maratón! No esperes en subiir cieelo! Te quieroo<3 Y a tu novelaaa<3333
    Besosss
    Pd: NECESITO EL SIGUIENTE YA.

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