19 de enero de 2014

Love Me {01} Maratón inicial.

AVISO: Les dejaré una especie de maratón inicial, porque en Wattpad ya estoy por el capítulo 3.
Gracias a Marta Arzola, que se creó una cuenta en Wattpad, jdhfsjkfhsjkd.
Mhm, sé que dije de subir el 18, y hoy es 19 0:18. En España una hora más.
Perdón por las faltas. Y porque la novela los primero capítulos va algo rápido, pero está interesante, lo prometo.
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1.
Skyler.

A mis trece años, recién entrada en segundo de ESO, en un instituto nuevo, donde llevo un solo año…No es algo agradable. Separarse de esas personas que conoces desde que tienes memoria, que te aceptan, que saben tus puntos débiles, tus aficiones y gustos…Qué te critican, sí, pero en plan bien. Y, de repente que todo cambie. Qué esa gente nueva te critique para mal, te odie, se meta contigo, te golpeen…No, no es lindo. Me siento terrible, sin amigos, sola en este estúpido instituto.

Mis ganas de huir lejos, lejos de estas islas, de esta gente, de mi familia…Constituida por un padre alcohólico. Qué solo sabía insultarme, pegarme y toquetearme. Odiaba mi vida, con todo mi corazón la odiaba. Solo deseaba el día en que un corte profundo me matase, en el que una pastilla me hiciese dormir para siempre.

Sí, con trece años así pienso y así es mi vida.

Me levanté cansada, con ganas de perderme. Emprendí un camino hasta el baño, haciendo mis necesidades para después ducharme. Dejando el agua caer por mí ser. Cerré los ojos, recordando aquel momento de mi vida donde todo era genial. Mis amigos, mi familia al completo…Abrí los ojos, chocando con la realidad. Unos brazos con numerosos cortes. Unos muslos destruidos por una cuchilla. Lágrimas de impotencia, golpes por doquier.

Salí de la ducha, tomando la ropa que previamente había elegido. Me coloque mi ropa interior, después unos pantalones de chándal grises, apretados en los tobillos y sueltos de resto. Una camisa de asillas negras, después me puse mi chaqueta vaquera. Tome unas pulseras que tenía, la mayoría de Justin Bieber, y las coloqué en mis muñecas. Sí, era belieber. Por ello me marginaban y golpeaban en clase.

Peiné mi cabello, el cual llegaba más debajo de mis hombros, era oscuro con las puntas algo más claras. Así como cobre. No muy rizado, solo muy esponjoso. Era ondulado, aunque parecía más bien un estropajo. Me hice una coleta alta y salí del baño. Baje a la planta baja, tome mi mochila y después me acerqué  a la cocina. Como siempre no había nada de comer, suspiré y di media vuelta. Saliendo de mí casa.

Tarde unos minutos en llegar al instituto, escuchando las burlas de todos. Desde los nuevos llegados hasta los que apunto estaban de irse de aquella cárcel. El sonido de mi móvil me saco de mis pensamientos. Lo tome, apartándome a las taquillas, para que nadie me molestase.

—¿Quién es? —Pregunté con temor, no conocía ese número.
—Eh… —dijo confundido— Is Niall? (¿Está Niall?) —Hablaba en inglés.
—No, sorry, I think…you’ve got wrong number…(No, lo siento, creo…que te has equivocado de número)  —Murmuré. Las clases de inglés me habían ayudado, ya que era muy completo. Nunca tuve nada mejor que hacer que aprender inglés, más desde que mi ídolo es canadiense.
—Sorry…huh…your name? (Lo siento…esto…¿tu nombre?) —su voz era adorable, sinceramente. Tenía un acento espectacular.
—Sky…Skyler. —Dudé sobre decirle mi nombre, pero me salió solo. ¿Nunca dije que mi madre era de Estados Unidos? Por ello mi nombre era ese.
—Sorry, Skyler. (Lo siento, Skyler)
—No…nothing happens…this… (No…no pasa nada…esto…) —No sabía su nombre.
—Harry. —Me interrumpió.
—Harry. —Repetí.
—It was nice talking to you. (Fue un placer hablar contigo.) —Comentó alegremente.
—Likewise. (Lo mismo digo.) —Dije confundida.

Segundos después colgué, mirando el móvil con una mueca. ¿De dónde demonios me podía llamar alguien inglés? Suspire guardando mi móvil. Ahora tendría que enfrentarme a toda esa gente que me hacía daño, agarré el asa de mi mochila y empecé a caminar hacia mi primera clase.

*

Todos me miraban riendo, mientras Félix y su pandilla me insultaban. Algún que otro golpe había recibido.

—Ay, la nenita amante del gay ese…¿Barbie? ¿Biberón? ¿Berberecho? —Rió— ¿Cómo se llama? —Se acercó a mí, mientras yo chocaba contra la pared— Te he hecho una pregunta, zorra.
—Justin Bieber. —Susurré.
—Buena chica. —sonrió maliciosamente mientras acariciaba mi estomago por debajo de mi camisa, dando pellizcos— ¿Te duele? —Me miró, yo no sabía qué hacer— Qué pena. —Retorció mi piel, haciendo que soltase un gemido de dolor.

En el momento que vi que uno de los de mi alrededor se movía, dejándome una escapatoria, espere a que Félix se apartase un poco…Y salí corriendo. Oyendo sus gritos a lo lejos, mientras iba detrás de mí. Me estaría pisando los talones, así que, muy imprudentemente cruce la calle. Los coches venían a mí a toda prisa, me pitaban y yo corría por aquella carretera de tres carriles, jugando con mi vida. Me paré viendo a todos los lados, aquí, en el Tea. Entre al lugar, yendo directa a la otra salida. Escuche unos pasos algo lejos de mí, volteé y ahí estaba él. Mierda. Corrí, y corrí. Viendo como un taxi pasaba, lo paré y subí.

—A la Cuesta Piedra. —Le dije— Rápido, por favor. —Rogué.

Minutos después llegamos, le pagué al señor y subí a mi casa. Estaba en silencio, era de suponer que mi padre no había llegado. Subí a mi habitación, deje la mochila y suspire. Esto era odioso. Odiaba cada cosa de mi vida. Cogí mi ordenador, lo encendí y entre a mi perfil en una red social. Al momento una de mis antiguas amigas me hablo. Algo extraño.

Amber: ¡HOLA!
Yo: Vaya, hola :)
Amber: Cuanto tiempo, tía :o
Yo: Y que lo digas, jajaja.
Amber: Me encantaría verte, ¿sabes? Hace un año que no te veo.
Yo: Podríamos quedar…hoy.
Amber: ¡GENIAL, MAI FRIEN! Paso por ti en…¿diez minutos?
Yo: Okeys.
Amber: ¿Aun vives donde siempre, no?
Yo: Sí, sigo siendo tu no vecina jajaja.
Amber: ¡Pues ahora nos vemos!

Me desconecté, mientras acomodaba mi ropa y repeinaba mi pelo. Levante las mangas de mi chaqueta, con una cara de asco, mirando cada corte. Resople, sabía que esta noche habrían cortes nuevos. Baje las mangas y fui al baño. Todos hacemos nuestras necesidades, ¿no? Tiré de la cisterna, me lave las manos y baje. Tome mi móvil, el cual mire expectante, esperando volver a oír la voz melodiosa de Harry. ¿Pero qué demonios…? ¡Por favor! Es un desconocido que a saber dónde vive. Hablaba inglés, con un acento peculiar. Obvio no era de Canarias, menos de Tenerife. Me di con la mano en la frente, mientras me maldecía. El timbre sonó y abrí.

—¡OH DIOS MÍO! —Gritó mi amiga, abalanzándose encima de mí.
—Hola a ti también. —Sonreí.
—Estás tan cambiada… —Murmuró mirándome— Te dejaste el pelo crecer, lo tienes hermoso, ya no llevas esas gafas enanas…Jesús, Sky, ¡cuánto has cambiado!
—Tú igual. —Sonreí. Ella ahora era hermosa, con una figura preciosa y sexy. Su pelo, rubio, era liso y llegado hasta su cintura. Los ojos verdes más grandes, con maquillaje. La odiaba por tener toda esa belleza.
—¿A dónde vamos? —sonrió risueña, mientras yo salía y cerraba la puerta.
—Podemos ir a…al parque este que está por aquí… —Susurré.
—¡Vamos! —Tiro de mi mano.
—Qué alegre. —Dije más como un quejido.
—Y tú que amargada. —Rió— ¿Qué te ha pasado en la cara? —Me miró frunciendo el ceño.
—Nada, ¿por? —La miré extrañada.
—Tienes un morado en la mejilla… —susurro.
—Oh, nada, soy una torpe. —Reí falsamente— Me caí de la cama en la mañana. —Mentirosa.
—Vaya. —Rió

Pasamos la tarde entre risas, y demás. No sabía que podía llegar a pasármelo tan bien junto a una persona que hacía un año que no veía. Ella había sido mi mejor amiga, y, desde que dejamos de serlo mi vida fue un infierno. Ella me cambió por nuevas amistades, obviamente mejores que yo…Después poco a poco, todos mis amigos me dejaron…Así acabando como acabé.
Por otro lado estaba mi mamá, mi apreciada madre. ¿Qué será de ella? Lo único que recuerdo es esa carta: “Debo irme, pero volveré a por ti”. Es lo que recuerdo de su carta, esa que me dejo hace tres años, mientras ella huía de los abusos de mi padre. Él había cambiado hacía unos años, no era el padre cariñoso que siempre tuve. Por este motivo, desde mis nueve años, mi vida cambió. Empecé a cortarme, no entiendo por qué a mis nueve empecé con ello. Recuerdo estar frente al espejo, oyendo los gritos y suplicas de mi madre, mientras mi…¿cómo seguir llamándole padre? Mientras Federic la golpeaba y abusaba de ella. Solo se me ocurrió gritar, tirar mi móvil al espejo y ver como este se destruía. Me agache, esos trozos punzantes y afilados me llamaban…Así empecé cortando mis muslos. Cada día uno nuevo, fui cambiando de lugar, hasta terminar llena de aquellas cicatrices y cortes.

—¿Me estás oyendo, Sky? —Mire a mi amiga, negando mientras tragaba despacio— Te decía que dicen que One Direction viene a Canarias, justo aquí, a Tenerife. —Dijo emocionada.
—¿One…qué?
—La boyband más famosa, querida. —Me dio con un dedo en el hombro juguetonamente— No me digas qué no sabes…
—No, lo siento. —Sonreí a medias.
—¡Son geniales! —Salto. Saco su móvil y puso una canción, yo la escuchaba detenidamente— Es de ellos, la primera de todas. Es hermosa.
—Vaya… —Ellos cantaban muy bien, además de que el mensaje de la canción era precioso. La entendía, sí, sabía demasiado bien el inglés— Está hermosa.
—¡Sabía que te gustaría! ¿Te paso sus canciones? ¿Te cuento sus vidas? ¿Edad, año de nacimiento, nombres? —Ella me pregunto rápido, sin dejarme hablar.

Asentí a todo, sin saber por qué. Me enseño en su móvil como empezaron, todos sus videos diarios, sus canciones, covers, me paso su música, fotos…Ellos eran hermosos. No evite sonreí como idiota cada vez que oía cada canción o veía las fotos. No sé, era genial. Creo que me he metido en una nueva fanbase.  Rato después mi móvil sonó, de nuevo, no conocía el número.



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