Juegos Sexuales [10]

Capítulo 10

Amo este lugar, siempre venía aquí con mi padre. Me acuerdo el día en el qué él y yo hicimos nuestro pequeño escondite. Habíamos encontrado una especie de casita pero de una habitación. La arreglamos, trajimos muebles, la pintamos, decoramos y afuera; encima de la puerta; pusimos ‘Wonderland’. Sí, como en Alicia y el país de las maravillas. Amaba esa película. Deje la moto a un lado y busque con la vista el escondite. Bingo, me acerqué a él. Tenía como las paredes algo musgosas, pero con un color rosa medio morado extraño. La hierba seguía verde, como siempre. Fue algo qué me hizo sonreír. Abrí la pequeña puerta y entre. Me senté en el pequeño puf multicolor y admire aquel lugar. Había fotos de mi padre y mías. ¿Y saben qué no pude evitar? Llorar. Lo echaba tanto de menos. Va a ser verdad eso qué se dice de qué los mejores se van. Siento vibrar algo en mi bolsillo. Mi móvil, lo saco y contesto.

-¿Sí?-Dije con las voz ronca.

-¿Hija?

-Ah, hola.

-¿Estás bien?

-Sí, ¿quieres algo?

-Ver como estas, cariño.

-No me vengas con esas ahora.

-Malhumorada. Es qué llame a Justin y me dijo qué te habías ido.

-Sí, me fui.

-¿A dónde?

-A un sitio.

-¿Qué sitio?

-No sabes cuál es-Reí-Un lugar donde soy libre.

-¡Hija, no te drogues, por lo qué más quieras!

-¿Qué hablas, loca? Estoy en el lugar de papá y mío.

-Ah, me habías asustado. ¿Dónde está ese lugar?

-¿Te llamas Richard y eres mi padre? No, ¿verdad? Entonces no te lo puedo decir.

Colgué. Está mujer está loca. Drogarme dice, pf. Yo solo he fumado. Pero lo deje hace dos meses. Desde entonces me agobio mucho, pero para superarlo hay que aguantar. Aunque ahora me están entrando unas ganas locas. Mierda. No caigas, _____. Tarde. Ya me había levantado para acercarme al pequeño armario. Abrí y ahí seguía mi paquete de cigarros. Lo deje ahí una vez con trece años, por si se me olvidaba en casa o algo. Abrí, saqué uno y lo prendí. Lo puse en mis labios y guarde la caja. Le di una calada y segundos después solté un perfecto aro de humo. No soy la típica niña ejemplar con la qué toda madre quiere qué su hija se junte. Caitlin y Rydel son mis amigas de milagro, no tengo a nadie más qué a ellas. Salgo de mi pequeño escondrijo. Cierro la puerta y me dirijo a la Harley. Me apoyo en ella. Doy las últimas caladas al cigarro y lo tiro al suelo pisándolo. Me colocó mejor y miro la hora. 18:29. Bueno, tarde no es. Arranco a esta fiera y salgo de aquel lugar. Paro en una gasolinera, donde trabaja un viejo amigo. Entro a la tienda y ahí está Matt, como siempre.

-Hombre, sigues viva.-Me abraza.

-Para mi desgracia.

-No seas así, hace tiempo qué no te pasas por aquí.

-Ya, mi madre se caso.

-¿Con el Jeremy ese?

-Sí, y su hijo es insoportable.

-Pero contigo no va a poder.

-Creo que sí.

-Pero, si le sacas la navaja y listo.

-Matt, guardé la navaja cuando deje de fumar.

-Has cambiado, no eres la misma.

-Sí, intenté ser mejor persona.

-¿Intentaste?

-Sí, volveré a ser yo.

-Entonces, ¿vienes a por los cigarros y el vodka?

-Exacto, camarada.

-Pues marchando.

No es qué yo fuese de la mafia, ni mucho menos. Pero era muy buena timando. Me metí en ese mundo cuando tenía unos trece años. No mate gente, pero si he disparado armas y rajado con mi navaja. Aun recuerdo cuando tuve en mis manos ese revolver. Por favor, era tan bonito. Pero la tuve qué tirar a un lago lejos de aquí porque la policía seguía las pistas de un atraco.

-Aquí tiene la señorita.-Dijo mi amigo dándome una bolsa.

-Gracias, ¿cuánto?

-Pequeña, es un regalo.

-Jo, qué majo.-Le bese la mejilla

-¿Esa Harley es tuya?-Miro por la cristalera.

-De Justin, se la robe.

-Veo qué vuelves a ser tú de verdad-Sonrío

-Bueno, me voy enano.

-Adiós, bicha.

Salí del establecimiento. Guardé la bolsa en el compartimento del asiento, me senté y arranqué. Directa a casa. La brisa, el ruido del motor, la sirena de la policía ¿¡qué!? Mire por el retrovisor, mierda. Tapé la matricula con el suéter y aceleré. Me metí por un callejón para perderlos de vista. Veo qué funciono. Después de un rato llego a casa. Dejo la moto y saco mi bolsa. Entro, Justin esta viendo las noticias. Me acercó a él.

‘Hoy una joven de unos quince años paseaba en una Harley, cuya matrícula se desconoce porque la tapo, por las calles de Stratford. La policía la busca si saben de ella no duden en llamar’

Después apareció una foto mía en la moto. Pero no se me veía la cara. Menos mal. Justin me miro.

-¡Yo no tengo quince años, así qué yo no fui!-Me defendí.

-Oh, vamos ____. ¡Fuiste tú!

-Qué no.

-¿No? Por eso te llevaste mi moto.

-¿Y qué si fui yo?

-Se lo diré a tu madre.

-Ya lo habrá visto, pero me la sopla.

-¿Qué llevas en la bolsa?

-¿Cómo es qué ahora te preocupas por mí si hace apenas dos horas me querías hacer tuya?

-No me preocupo, solo pregunto.

-Sí ya.

-No, mesa.

-Vete a la mierda.

Subo a mi cuarto con la bolsa. Abro la ventana, saco  un cigarro y lo enciendo. Me alongo a ella y voy fumando con pequeñas caladas. Joder, qué bien se está así. No sé como lo pude dejar con lo satisfactorio qué es. Veo a Ryan pasar, creo qué vendrás a jugar con Justin a algún juego de esos.

-Eh, ¡Ryan!-Me mira, le saludo con una mano mientras con la otro coloco de nuevo el cigarro en mis labios.

-¡Hey, ______! ¿Me abres?

-Vale.

Salgo de mi habitación aun con el cigarro y bajo. Paso al lado de Justin, me mira los labios y yo abro. Sonrío y Ryan entra.

-Ya veo qué volviste a ser la de siempre, eh.-Dijo Ryan.

-Aun no he sacado la navaja, tranquilo.

-Saliste en las noticias.

-¿Cómo sabes qué era yo?

-Eres la única persona en este mundo qué pone un suéter para tapar la matrícula.

-Oh, pero si tu también lo hacías.

-Bueno-Se elevo de hombro y reímos.-Justin, ¿qué tantos le miras a _______?

-¿Qué haces fumando?-Pregunto Justin

-Fumar, obvio.

-¿Tú fumas?

-No, Justin. Esnifo los cigarros.-Dije irónica.

-Entonces yo estoy embarazado.-Dijo Ryan

-¿Qué dices?

-Pensé qué decíamos cosas imposibles.

-Ah, idiota. Pues eso, a jugar los dos.

-¿Y tú a dónde vas?

-Arriba tengo vodka.

-¿Y no me invitas?

-Tú juegas con el sexopta.-Señale a Justin

Subí a mi cuarto, cogí la botella y de nuevo salí a la calle. Tal vez me acerqué al skate park. Ahí solía pasar tiempo. Tiempo con gente qué no era una buena influencia. Con una persona qué no quiero volver a ver más.

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Hola, ya ven cuanto me aburro que subo muchos capítulos en un fin de semana. JAJAJAJA, por favor pidan siguiente en el blog que pueden dejarlo como anónimo también. Además, las queridas lectoras fantasmas podéis comentar, no muerdo.

1º ¿Quién será esa persona que _____ no quiere volver a ver?

2º ¿Esperaban esta actitud por parte de ella?

3º ¿Justin estará preocupado?

4º ¿Sabrá Ryan cosas del pasado de _______?

Pues eso, las quierooooooo. Ya no subo más capítulos hasta la semana que viene, ea.