14 de noviembre de 2012

Juegos Sexuales [2]


Capítulo 2

-Muñeca, eres toda una fiera.-Me susurro.
-Las fieras matamos-Le mire desafiante.

Justin me beso el cuello y salió. Ugh, odio qué haga eso. En realidad odio todo lo qué hace. Siempre buscándome para qué me enfade. Las broncas han sido todas para mí desde qué nos mudamos a esta asquerosa casa. Encima a él nunca lo pillan cuando se trae a alguna chica a casa. Eso sí, yo no puedo tener amigos porque enseguida mi madre piensa ‘qué me los llevo directos a la cama’. Esta mujer fuma algo, me gustaría saber él qué. La conclusión es qué mi madre me toma por puta.
Cierro la puerta con pestillo y me pongo la ropa interior. Tiro la toalla a no sé dónde y voy a mi armario. Sí mi madre cree qué soy puta, como una zorra voy a despedirme de ella. Qué se quede con la bonita imagen de su ‘querida’ hija. Revolviendo y revolviendo encuentro algo qué va perfecto. Unos shorts qué dejan al descubierto la mitad de el culo, una camisilla básica ajustada con mucho escote y en color beis. Unos tacones negros altos y un colgante qué pone ‘fuck’. Entró al baño, otra vez, y sacó todo mi maquillaje. Los labios rojos, un poco de eye-liner, rímel y algo de base. Rizo un poco mi gran melena color dorada. Me miro por última vez y salgo tanto del baño como de mi cuarto. Bajo los escalones despacio. Siento paso detrás de mí. Volteo y veo a Justin  comiéndome con la mirada. Bueno, comiéndome. Directamente me estaba violando.

-Eso no son mis ojos, idiota.
-No buscaba tus ojos. Solo me gustaría tener un accidente en esas curvas.
-Pues, cariño, me da a mi qué no.-Le guiñe un ojo y seguí bajando.

Me encontré con Jeremy y mi madre mirándome de una forma un tanto extraña. Ah, espera. Mi madre esta enfadada. Me siento en el sillón y espero a qué empiecen a hablar o me tiren una bronca.

-¿¡Pero qué es esto!?-Bueno, una bronca.
-Hay hija mía, cuanto te quiero. Te extrañare tanto en este mes.-La mire-Me podrías decía algo así.-Me elevé de hombros y volví la vista a mi móvil.
-¡Me sacas de quicio! ¿¡Por qué eres así!?
-Porque me criaste así.
-¿Perdón? ¡Te di la mejor educación del mundo! ¡La mejor vida!
-Pero, por favor.-Carcajeé como una desquiciada.-¿La mejor vida?-La mire-La mejor vida sería sin esa cosa llamada Justin, la mejor vida sería con papá, la mejor vida sería si siguiésemos en nuestra casa, la mejor vida sería qué todo esto nunca hubiese ocurrido.-Me levanté colocándome frente a ella.-¿Y sabes qué más?-Sonreí de lado.- No sabes las ganas qué tengo de morirme e irme con papá al cielo de una puta vez.

Empecé a subir las escaleras. No se escuchaba nada. Era un completo silencio.

-Por cierto-Me volteé.-Os deseo una buena luna de miel, tenéis suerte de poder estar un mes sin Justin.

Seguí subiendo hasta llegar a mi cuarto. Me quite los tacones y me senté en la cama. Y ya solo quería desahogarme, llorar y llorar. No hay nadie qué me pueda consolar. Ojala papá estuviese aquí, me abrazará y dijera ‘Sonríe, princesa’.
19:24
Se me hace raro qué Justin no me haya molestado en todo el día. Supongo qué estará en su cuarto con alguna zorra. Me pongo en pie y me acerco a su puerta. No se escuchan gemidos. Pues se estará haciendo una paja. Yo qué sé, no me importa. Entro a mi cuarto y cojo unas converse rojas. Me las coloco. Cojo mi móvil y bajo. Cuando ya estoy abajo atrapo las llaves y me voy. ¿A dónde? No sé. Empiezo a caminar por las calles de Stratford a ver a donde me llevan. Paso por un parque y veo a las chicas. Rydel y Caitlin. Me acercó a ellas.

-Muy bonito, de party hard y no me invitan.
-¡________!-Dicen a la vez y me abrazan.
-¿Cómo te va?-Pregunta Cait
-¿Lo preguntas en serio?
-Joder, tan malo no tiene qué ser.
-Vale. Ven a mi casa a estar una hora a solas con el insoportable de Justin y verás.
-¿Me estas invitando o es un suponer?
- Perdió el cerebro cuando intento aprender a hablar. -Rydel empezó a reír.
-Guarra-Me dijo Cait mientras ponía los brazos en garra y morritos.
-Dios, qué mona estas así.
-¡Oh! Te quiero, _______-Me abrazó y reímos.
-¿Te quieres casar conmigo, Caitlin?-Me puse de rodillas
-Oh my suck. ¡Qué fuerte!-Rydel no paraba de reír a carcajadas.-¡Claro qué quiero!-Me levante
-Pues nos declaro esposa y esposa.-Puse mi mano en su boca, pegué mis labios a el dorso e hicimos como un beso.
-¿Y yo qué?-Pregunta Rydel.
-Eres mi amante-Le susurre.
-Ah, vale cariño-Hizo como un beso.
-¿Qué pasará entre estas dos?-Se pregunto Cait a sí mismas.
-¡Es un vampiro! No, espera ¡un licántropo!-Grite
-Joder qué obsesión con Lautner.
-Te voy a dejar por odiar a mi otro esposo.-Me di la vuelta y me cruce de brazos.

Sí, estamos locas. Y lo de ‘Oh my suck’ no es una equivocación. Nosotras lo decimos así. Y ya veis, yo estoy casada con Cait y Rydel es mi amante. Bueno, ya está. Suena mi móvil.

-Huy, ¿quién será?-Dice Rydel curiosa.
-Ah, un violador qué tengo contratado para ti.-Sonreí exagera. Conteste-¿Diga?
-________ ¿dónde fuiste?-Es Justin
-¿Te importa?
-No, pero Chelsea y papá ya llegaron. Llamaron a ver dónde estábamos.
-¿Y?
-Les dije qué estabas en tu cuarto.
-¿Un premio? Para esto no llames.
-Cariño, sabes qué te vuelve loca mi voz
-¿Sabes qué más me vuelve loca? Qué te vayas a la mierda y no vuelvas.
-Mientras qué haya una cama y estemos los dos, me conformó.
-Sexopata.
-Me lo produces tú.
-Mujeriego.
-Sí, no admitas qué mueres por mí.
-Adiós gilipollas.-Colgué.

Conozco mucha gente, pero más subnormal qué Justin no. En serio, ¿a mí qué mierdas me importaba qué él hubiese dicho qué estaba en mi cuarto? Es odioso.

-Era Justin-Confirmo Cait
-Pues sí, creo qué mejor me vuelvo ya. No vaya a ser qué llegué más tarde y me esperé con los pezones untados en nata.
-Eres muy bestia, tía.-Empezamos a reírnos
-Pues eso, qué me las piro nenas.-Les di dos besos a cada una y me fui.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Has leído esto? ¿Vas a comentar? ¡Muchas gracias, cielo!