Juntos...¿por siempre? [3]

Capítulo 3

Le quite el botón de los pantalones y baje la cremallera, después él se los quito. ¡Ostia! Tremendo bulto tenía en sus bóxers, ¿tan excitado estaba? Aun, yo, estando de rodillas sobre el asiento de al lado, toque a su amigo por encima de los bóxers negros qué llevaba. Gemio. Jugueteé un poco con la tira de aquella tela qué tapaba su miembro, hasta qué me harté. Se los quite tan rápido como pude. Él me miro con una sonrisa picara. Me echo levemente hacía atrás y se acerco a mi vientre. Primero, lo lamio, y después, fue besándolo hasta llegar a la costura de mi culot. Lo mordió, y con sus dientes, lo fue bajando. Con sus labios, sin querer, rozo mi feminidad. Solté tal gemido qué seguro me escucharon en China.

Los dos, desnudos.

-Fóllame.-Le pedí, soy tan romántica ¿verdad?

-No me lo pidas dos veces.

Para el poco espacio qué era aquel coche, se podía hacer mucho.

Abrió mis piernas y coloco su miembro cerca de mi feminidad. Cerré los ojos esperando a qué entrase. Note como la punta de aquella cosa descomunal qué tiene por pene, rozaba mi vagina.

-¡Hazlo!-Le pedí entre jadeos.

La metió dentro de mí, con fuerza.

-¡Ah!-Gemí. Él salió de mí lentamente, sabe qué me encanta qué haga eso.-Más…

De nuevo embistió contra mí. Lo saco. Dios…Sí antes ya estaba mojada no me imagino ahora. Entro de nuevo y salió, lo hizo más veces y seguidas.

-¡Ah! ¡Ah!-Grite. Y cuando sentí qué estaba fuera de mí.-¿Proba…probamos de otra forma?-Le pregunte con sensualidad.

-De cualquier forma.-Dijo agitado.

-Siéntate.

Él me hizo caso. Coloqué mis rodillas a los lados de sus piernas. Aun tenía su erección. Estaba elevada, por así decirlo, así qué su miembro aun no me tocaba. Pero me estaba desesperando.

Fui bajando hasta tocar la punta. Creo qué Justin pillo lo qué quiero qué hagamos. Con sus manos me ayudo a qué entrase por mi clítoris. Me moví hacía arriba y abajo, metiéndola y sacándola de mí. Ahora el trabajo lo hacía yo. Mis pechos rebotaban según yo lo hacía más rápido.

-Dios…¡______!-Grito de placer.

-Justin…-Susurré.

Noté qué, yo, estaba a punto de llegar al orgasmo. Supongo qué Justin también. Me gusta qué lleguemos a la vez.

-¿Estas a punto?-Le pregunte entre jadeos.

-Sí, gatita…

Y nada más decirlo yo solté el mío acompañado de un gran grito. Al igual qué Justin, qué se había corrido dentro de mí.

Con un poco de ayuda de él, saco su pene de dentro de mí. Estaba cubierto por mi líquido.

No quería parar. Quiero seguir hasta dentro de mucho tiempo.

-Quiero más…pingüinito.-Le pedí con una sonrisa.

-Pero, ¿por dónde quieres más?-Pregunto mientras respiraba muy fuerte.

-Me da igual…

-Échate.

Así hice. Él me abrió las piernas y coloco su cabeza entre mis piernas. No creo que vaya a…

-¡Oh!

Lo había hecho, estaba lamiendo mi feminidad con su lengua. Ahora la estaba metiendo por mi clítoris. Dios…Coloqué mis manos en su nuca, agarrando su pelo.

-Sigue, ¡más!-Grite.

Cuando separo la cabeza acerco sus dedos. Me acarició mi zona más intima.

-Creo qué deberíamos entrar ya en casa.-Recomendó.

-Creo que sí…Pero necesito qué entre en mí, solo una vez más, por favor.

-Estas viciosa hoy, cariño.

-Sé qué te encanta qué lo esté.

Yo tenía las piernas abiertas. A Justin solo le hizo falta colocarse mejor y de nuevo penetrarme.

-Rápido…más…¡Agh!

Me encanta, me encanta hacer estas cosas. Soy una viciosa lo sé. Pero solo me gusta hacerlo con él.

Ya estábamos en casa. Con una sonrisa de oreja a oreja, los dos. Aunque hoy no podríamos dormir juntos. Nuestros padres estaban en casa. Me despedí con un beso en los labios y me fui hacía mi cuarto. Me quite la ropa, me puse el pijama y me eche en la cama. ¡Mañana es mi cumpleaños! ¡Swag!

17 de agosto; 11:23

Ni un puto despertador sonaba, tampoco me despertaba porque me estuviese meando. Unas leves caricias en mis hombros lo hicieron. Abrí los ojos lentamente y pude comprobar quien era.

-Pingüinito…

-Buen día, princesa.-Me sonrío y beso mi mejilla.

-¿Para qué me despiertas?

-Para qué tomes tu desayuno de cumpleaños.

-Cumple, aja, aja.-Canturreé.

-Mi pequeña.-Sonrío enternecido.

-¡Eh! Qué ya tengo diecisiete años.

-Seguirás siendo mi princesita pequeña.

-Y tú siempre serás mi monstruo de las galletas, alias pingüinito.-Sonreí.-Ah, y mi payasito.

-¿Tantos nombres me has puesto?-Pregunto riendo.

-Sí, además el nombre de novio.

-Eres tan dulce.

-¿Cómo el algodón de azúcar?

-Sí.

-Me apetece uno.-Hice un puchero.

-Espérate a los regalos y veras.

-¡Sí!-Alargué la ‘i’

-Pero qué sepas qué ayer te di uno adelantado.

-¿No sé puede repetir?

-Uf, qué ganas tienes, cariño.

-Bueno.-Dije con poca importancia.

Reímos. Me levante de la cama, le di un besito corto y busqué en mi armario. Me decante por unos shorts de lo más simple, una camisa con un dibujo raro y mis vans fluorescentes.

Bajamos al salón.

-Buenos días, ______. Felicidades.-Me dijo Jeremy con una sonrisa.

-Gracias.-Le sonreí.

Fui hacía la cocina. Cogí un croissant y me senté encima de la mesa.

-Qué fuerte, ¿acabas de tratar bien a mi padre?-Asentí con la cabeza.-¿Quién eres tú y qué has hecho con __________?

-Soy un unicornio mágico qué se apodero de su cuerpo. Ahora debes de amarme a mí.-Sonreí.

-¡No! Yo quiero a mi princesa, no a un unicornio.

-¿Y no puede ser qué tengas una novia qué sea tu princesa unicornia?

-Sí, también.-Se acerco y beso mi mejilla.-Pero además, también estás loca.

-Me lo dicen mucho.

Empezó a sonar mi teléfono, supongo qué hoy me llamara mucha gente.

-Dígalo.

-¡Lo!-Alargo la ‘o’

-¡Ardillita, perro, mejor amigo!

-Em…¡loca, mejor amiga…em…¿yupi?!

-¿No sabes qué otro nombre ponerme?-Dije mientras ponía el altavoz.

-La verdad qué no.-Río.

-Podrías llamarla unicornia, según dice ella, es una.-Comento Justin.

-¡Eh! ¿Qué hace ________ con Justin?

-Tal vez, creo…¿qué vivimos en la misma casa?-Dije.

-Ya, ¿pero, están en la misma sala sin estar peleándose?

-Christian, ya sabes qué nos llevamos bien.

-Pensé qué era una apuesta.

-¡Idiota!-Me eche a reír.

-Bueno, yo llamaba para invitarte a un helado.

-¿Y a mí no?-Pregunto ofendido Justin.

-A ti qué te den, bro.

-Gracias. ¡Qué sepas qué te quedas sin regalo por navidad!

-Me da igual.

-Sé qué no, man.

-¡Cállate ya!

Reí. Son idiotas, pero nivel avanzado.

-¡Cállense los dos, tarupedos!-dije riendo.

-¿Tarupedo? ¿Qué coño es eso?-Pregunto Chris.

-Tarado más estúpido.

-Qué imaginación tienes, tata.

-Ya.

-Bueno, ¿entonces?

-Venme a buscar.

-Vale, te quiero.

-Y yo.-Dije sonriendo, aunque él no me viese.

Colgué y mire a Justin. ¡La cara qué lleva, por favor! Una de dos. Es tonto, o esta celoso.

-Mi amor, me voy.-Le dije normal y corriente.

-Vale.-Dijo frío.

-¿Te enfadaste?

-¿Por qué me tendría qué enfadar? ¿Por qué Christian parece tu novio o por qué te vas y me dejas solito?

-Eres un idiota monumental.-Me baje de la mesa y lo abracé por la cadera. Pegué mi cabeza, ladeada, a su pecho.-Te amo.

-Y yo-Me abrazo también. Levante la cabeza, mirándolo.

-Dame un besito, anda.

-No quiero.

-Pues te jodes  y no tienes beso.-Lo mire desafiante.

Bajo su cabeza un poco y me beso. Esto de qué él sea más alto no es swaggy.

-Me voy, adiós, te amo.

-Pero por favor, llega antes de la tarde.

-¿Qué hora?

-Te llamo, te amo.

-Dale, adiós.-Sonreí.

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Chicas swaggeeeeeeeeers<3 ¿Cómo están mis pequeñas beliebers? 

Bueno, he remodelado un poco el blog, me gusta como quedo asdfg pero denme su opinión.

ME DEJARON 6 COMENTARIOS BAHAHAHA, no los he podido leer ._.

Que sepan que yo las quiero mucho eh.

1º ¿Qué pasará en este día de cumpleaños de _______?

2º ¿Habrá problemas?

3º Escriban algo más, me gustan los comentarios largo.

4º Mejor, QUIEN DEJE EL COMENTARIO QUE MÁS ME GUSTE LE DEDICO UN MARATÓN Y SE CONVERTIRÁ EN LA MEJOR AMIGA DE _________. 

¿A qué soy maja? Juju. Dejenme sus nombres y a ver a quien le toca.

Laaaas quieroooooooo<3<3<3